lunes, 21 de enero de 2013

SOPA DE CEBOLLA



La primera entrada después de las Navidades es siempre muy complicada.

Se disfruta un montón todo el proceso: pensando qué vas a presentar, su elaboración, el decorado (que en esas fechas lo tienes que ni pintado), la sesión fotográfica... y por último la preparación en sí de la entrada y las reacciones de los amigos que te siguen y los que con ella se unen a esta aventura. 

Después de esta vorágine te quedas un poco  desinflada, como cuando tienes resaca por haber trasnochado más de la cuenta...

Aquí en Andalucía y, probablemente, en otras partes de España, se suele acabar una fiesta bebiendo un caldito o tomando chocolate con churros. En Francia, toman esta deliciosa sopa de cebolla, que se hizo famosa allá por el siglo XIX aunque parece tener origen en época de Luis XV

Así que, nada mejor que cerrar todo este despliegue de platos festivos con una calentita y confortable "soupe à l'oignon" que nos ayude a volver a la rutina.



INGREDIENTES


  • 2 cebollas grandecitas
  • 2 cucharadas de aceite
  • 50 gr. de mantequilla
  • 1 cucharada sopera de harina
  • 1/2 vasito de coñac
  • 1 litro de caldo de carne (puedes utilizar una pastilla de caldo)
  • unos granos de pimienta
  • 1 hoja de laurel
  • Sal
  • Queso rallado para gratinar
  • Rebanadas muy finas de pan (al gusto)

PREPARACIÓN

Cortamos la cebolla en juliana y reservamos.

Calentamos el aceite en una olla, añadimos la mantequilla y cuando esté derretida introducimos la cebolla, sal y pimienta y rehogamos hasta que esté blandita. Espolvoreamos la harina y mezclamos bien. Añadimos el coñac, dejamos que éste se evapore un poco y vertemos el caldo. Cuando empiece a hervir bajamos el fuego y la cocinamos durante unos 15 minutos a fuego bajo.

Ponemos en cuencos individuales una rebanada de pan, vertemos la sopa y espolvoreamos con el queso rallado. Precalentamos el horno a 180º y gratinamos a 220º durante unos minutos.

Servimos caliente inmediatamente y disfrutamos de ella. Ummmm!!!!



En casa de mis padres era el primer plato en Nochebuena y me trae muy buenos recuerdos. En casa de mis padres también escuchaba música francesa, maravillosa, y afortunadamente, descubrí a uno de los grandes, Charles Aznavour, que me acompaña desde entonces.

Os dejo con los impresionantes violines de "La bohême".

¡Á bientôt!



jueves, 3 de enero de 2013

Mis dulces navideños VI: Roscón de Reyes (versión simplificada, o casi...)


(Muchísimas gracias Idoya por las maravillosas fotos que hiciste del roscón. Eres una artista. Os queremos un montón)

Algunos diréis, "Laly, se ha vuelto loca, dos entradas seguidas en dos días..." y sí un poco loca me he vuelto. La verdad es que la sinrazón empieza a tener lugar a primeros de diciembre cuando se van aproximando estas fechas. Para ser más certeros, debería decir, cuando se va acercando el día de Reyes, mi fecha favorita en todo este calendario navideño y casi de todo el año.

Y es que me posee el espíritu rosconero y empiezo a hacer pruebas de todos los colores de distintos tipos de Roscones de Reyes en todas sus variantes, pesos y medidas. Para luego decidir que el que más me gusta es el que hago siempre... 

Pero este año me he llevado una grata sorpresa. He probado el Roscón de SandeeA, autora del blog La Receta de la Felicidad, y me ha gustado un montón. No he podido resistirme a ponerlo en práctica, incluir algunas cosillas de mi cosecha y traerlo aquí para que os animéis los que estáis un poco más reticentes, a ver si de tanto insistir os decidís los más temerosos... ¡Qué la masa no muerde...!!!

También es mi fecha favorita porque me encanta ver la cara de felicidad de mis hijas ante la visión de sus regalos, algunos previstos y otros totalmente inesperados (y lo rápido que dejan arrumbados en el suelo los pijamas y otras prendas de vestir que, con buen criterio, los Reyes deciden que también tienen que recibir)

Y porque recuerdo con enorme cariño y emoción los fabulosos días de Reyes que mi hermana y yo hemos pasado con mis padres. Recuerdo especialmente el día de "La casita de Laura". Mi madre insistía en que un cacharro de esas dimensiones no podía entrar en casa y mi sorpresa fue mayúscula cuando al levantarme me la encontré sobre la mesita del salón, junto con un disfraz de enfermera y el Nenuco con su cunita. Era maravillosa... 

Ese momento fue inmortalizado, afortunadamente, y quiero compartirlo con vosotros. Es una de mis fotos preferidas, siempre se me pone un nudo en la garganta cuando la veo.

 ¡¡¡Gracias papás, os quiero un montón!!! (y no sólo porque me traéis regalos de reyes, jejeje)


Observen mi cara de sabionda y la carita de muñeca de mi hermana, como siempre, preciosa. La casita de Laura al fondo ¡Qué ilusión!






INGREDIENTES

Para la masa madre o de arranque

  • 70 gr. de leche templada
  • 10 gr. de levadura de panadería prensada (la que se vende en cubitos al lado de la mantequilla en Mercadona)
  • 130 gr. d harina de fuerza (fundamental que sea de fuerza, no vale de repostería normal) 
  • 1 cucharadita de azúcar.

Para la masa del roscón (a temperatura ambiente)

  • La piel de media naranja y de medio limón (bien limpitas)
  • 120 gr. de azúcar (azúcar glass si no tienes thermomix)
  • 60 gr. de leche
  • 70 gr. de mantequilla
  • 2 huevos medianos
  • 15 gr.de levadura de panadería (el resto del cubito si usas la del Mercadona, ya que pesan 25 gr. cada cubito)
  • 450 gr. de harina de fuerza
  • 1 cucharada de miel 
  • 2 cucharadas de ron
  • 1 cucharada de agua de azahar (puedes prescindir de ella si no te gusta que sepa mucho a cítricos, aunque es lo que potencia su característico sabor)
  • 1 pizca de sal

De fondo podéis ver la fofucha lápiz Mamá Noel que me regaló mi amiga Lluch. Otra artista. Os dejo el enlace a su página para que veáis las preciosidades que hace: http://pinterest.com/lluky/


Preparación de la masa madre

Deshacemos la levadura en la leche y mezclamos con la harina y el azúcar. Hacemos una bola compacta, bien apretadita, no siendo necesario que quede lisa.
Ponemos en un bol agua templada y metemos la bola en ella. La masa de arranque estará lista cuando flote en el agua. En mi caso, fue aproximadamente 15 minutos pero comenta SandeeA que alguna vez tuvo que esperar hasta una hora. Como siempre que hablamos de fermentaciones, dependerá de la temperatura de la habitación donde estés haciendo la masa.

La bolita flotando
 
Una vez haya subido, empezaremos a preparar la masa del roscón.

Preparación con thermomix

--> 1. Con el vaso y las cuchillas muy secos pulverizamos el azúcar y las pieles de los cítricos, velocidad progresiva 5-10.

2. Ponemos en el vaso junto con el azúcar glass aromatizado los ingredientes de la masa salvo la mantequilla, y por último, la masa madre. Programamos 30 segundos a velocidad 6.

3. Mezclamos durante 30 segundos a velocidad 5 y amasamos 5 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.

4. Programar otros 3 min, vaso cerrado, vel. espiga, y vamos añadiendo la mantequilla por el bocal

5. Dejamos reposar la masa dentro del vaso, hasta que salga por el bocal, suele tardar un par de horas dependiendo de las condiciones ambientales (Cómo en este rosco la masa es más pequeña que en la receta que subí el año pasado, no es necesario que la masa parezca un alien desbordándose, basta con que la veas salir. En este punto, es donde cobra protagonismo la mantita rosconera. Me encanta!!!!



Este año la protagonista ha sido una manta que era la cara de Jack Skeletton, de Pesadilla Antes de Navidad, otra de mis debilidades...


6. Una vez se ha producido el primer levado, pasamos la masa del roscón a la mesa, donde habremos espolvoreado un poco de harina y comenzamos a amasar. Si la masa ha quedado demasiado pegajosa puedes añadir un poco más de harina, hasta que obtengamos una masa lisa y homogénea.




7. Formamos una bola, y la dejamos reposar en un bol tapado con un paño hasta que doble su volumen. Normalmente este proceso lleva una hora o dos. 

Así debe quedar la masa antes del levado. Cuando pasan dos horas, la masa ha subido hasta hacer copete.


8. Cuando la masa haya doblado su tamaño, amasamos ligeramente para desgasificar. Se podrá preparar un gran roscón o dos más medianitos, cómo os venga mejor.

En este punto, SandeeA plantea una posibilidad muy simpática de presentar el Roscón de Reyes y es creando la corona a base de bolitas de masa, haciendo círculo, que al levar se unirían y le darían una forma diferente. Al utilizar asimismo un molde para mantener esas bolitas de masa, el roscón sube más y le da un aspecto así como más.... glamouroso.




Os cito textualmente cómo lo prepara ella, no lo puedo explicar mejor: 

"Si vais a preparar un roscón como el de las fotos, cortamos la masa en porciones de unos 50-70 gr. (Con estas cantidades preparé dos roscones, uno de 20 cm y otro de 26 cm de diámetro, con 6 y 8 bolas respectivamente...

Colocamos las bolas de masa en un molde redondo desmontable, separadas ligeramente las unas de las otras, como un dedo de separación, y formando un círculo. Si colocamos un papel de hornear en la base del molde, facilitará el desmoldado, aunque no es necesario. El molde no es necesario, pero facilita que el roscón salga perfectamente redondo. Si os preocupa que durante el levado u horneado pueda cerrarse el agujero central del roscón, colocad un aro de emplatar o ramequín embadurnado de aceite en el centro del roscón".

O podemos preparar nuestro roscón de la forma tradicional. En este caso, ponemos una bola de masa en la bandeja, sobre el papel de hornear, hacemos un agujero en medio y vamos abriendo el rosco en el aire, con las dos manos, hasta que le demos la anchura deseada. Volvemos a colocar bien en la bandeja.

9. Pincelamos nuestros roscones con huevo batido, y los dejamos levar un par de horas, hasta que la masa haya duplicado su volumen. (también podemos hacer el levado en el horno, al mínimo de temperatura y así en unos 45 minutos lo tendremos listo para hornear)

10. Cuando veamos que ya están listos, precalentamos el horno a 180 ºC, calor arriba y abajo. (Sacamos antes los roscones, si hemos hecho el levado dentro del horno) y procedemos a decorarlo. Volvemos a pincelar con huevo batido, esta vez con mucha delicadeza porque la masa es muy frágil y adornamos al gusto. A mí me gusta ponerle montoncitos de azúcar humedecida con anís y naranja confitada o almendras fileteadas.



11. Horneamos durante unos 20 minutos, aunque yo le echaría un vistacito a los 15 minutos y si está muy tostado lo podéis cubrir con papel de aluminio hasta que termine la cocción.

PREPARACIÓN TRADICIONAL

Preparamos la masa de arranque como he explicado anteriormente.  

Cuando vayamos a preparar el roscón, rallamos la cáscara de naranja y la de limón y añadimos el azúcar glass. 

Vertemos la leche templada, la mantequilla derretida, el ron, la miel, el agua de azahar y los huevos ligeramente batidos. Ponemos la harina en un recipiente formando un volcán y vertemos en el centro la masa de arranque. Vamos amasando a la vez que añadimos la mezcla de la leche y los huevos, hasta que esté todo perfectamente integrado. Debe quedar una masa elástica y lisa, un poco pegajosa, pero que se trabaja muy bien. 

Ponemos en un recipiente, tapamos con papel film, cubrimos con la mantita rosconera y dejamos levar un par de horas.

 El resto del proceso lo continuamos a partir del paso 6 descrito anteriormente.




Aaaayyyyy, que satisfacción da el deber cumplido...

martes, 1 de enero de 2013

Mis dulces navideños V: Tronco de Navidad






O Tronco de Nochevieja, que fue cuando lo hice de postre;

        O Tronco de Cumpleaños, que sería algo bastante original; 

                  O Tronco de Porque Yo lo Valgo, ya que a nadie le amarga un dulce...

   En realidad es un brazo de gitano bien decoradito para estas fechas. Las posibilidades de relleno y cobertura son infinitas: nata, chocolate, crema de castañas, crema de queso, turrón, dulce de leche o manjar blanco (¿verdad, Gabriela?)...

   La historia del Tronco de Navidad como dulce se remonta al siglo XIX. Llegó de la mano del pastelero francés Pierre de Lacam que tuvo la genialidad de trasladar a la repostería una larga tradición europea, que se remonta al siglo XII (¿Porqué no se me ocurrirá a mí algo así?)

   Según he leído en la página de Directo al Paladar, por aquellos tiempos, las familias en Nochebuena se reunían en torno a la chimenea, donde hacían arder un hermoso tronco al que habían adornado y rociado de agua bendita, aceite o aguardiente para cantar villancicos y escuchar historias de sus mayores. Las cenizas de este tronco, se guardaban hasta el año próximo ya que se les atribuía propiedades milagrosas.

                                                  ¿Hermoso, verdad?

 Poco a poco, como consecuencia de la eliminación de las chimeneas en las viviendas, se fue sustituyendo por un centro decorativo en las mesas navideñas protagonizado por un tronco de madera. De ahí al ingenio del maestro Lacam, sólo fue un pasito.

   Y éste es el origen de este delicioso postre. En España, que yo sepa, ha sido importado recientemente. No recuerdo de pequeña que se sirviera en nuestras mesas, aunque investigando un poco he leído que por la zona de Levante, sí ha sido habitual.

   El caso es que me encanta adoptar tradiciones de otros lugares, tan deliciosas y alegres. Y si además lo prepara una misma, pues triple disfrute, el de hacerlo, el de comerlo y el de ver las caras de satisfacción de los demás.


Esta receta la he sacado del blog Webos Fritos, en el que podréis consultar el vídeo que magistralmente preparan y así quitaros el miedo que puede ocasionar hacer un postre que nunca se ha preparado anteriormente. 

¡Sale perfecto!




INGREDIENTES

Para la plancha de bizcocho 

  • 4 huevos
  • 120 gr. azúcar
  • 120 gr. harina bizcochona
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de vainilla líquida

Para el almíbar

  • 100 ml. de agua
  • 100 gr. de azúcar
  • Chorrito de licor
  • Gotas de zumo de limón

Para la mousse de turrón

  • 300 gr. de turrón de Jijona (yo tenía una tableta de turrón de Jijona y una de Alicante y lo que hice fue triturar ésta última hasta convertirla en polvito de turrón)
  • 500 ml. de nata para montar, mínimo 35% materia grasa.
  • 50 gr. de leche entera
  • 50 gr. de azúcar glass
  • 1 sobre de gelatina en polvo

Para la cobertura de chocolate

  • 150 gr. de chocolate fondant
  • 50 gr. de mantequilla
  • 50 gr. de agua
  • 1 chorrito de licor


PREPARACIÓN TRADICIONAL

Para el bizcocho

   En un bol grande volcamos los huevos y el azúcar, y con las varillas eléctricas, batimos a la máxima velocidad durante unos segundos. 

   Ponemos una olla en la que quepa el bol llena de agua caliente e introducimos el bol con la mezcla de huevos y azúcar para continuar batiendo con calor. Éste es el truco del bizcocho genovés, el calor de forma indirecta para que los huevos tripliquen su volumen. 

   Cuando esto haya sucedido volcamos la harina en un colador de malla finita, e ir dando golpecitos secos a éste. Mezclaremos con la ayuda de un tenedor, hasta que esté perfectamente integrado.

Para la mousse de turrón.

   Calentamos la leche y disolvemos la gelatina.

   Montamos la nata con la batidora de varillas y cuando esté ya montada añadimos el azúcar, el estabilizante, si lo tienes y la gelatina disuelta en la leche. 
   Batimos unos 15 segundos y mezclamos con el turrón desmigado. 

   Dejamos que repose una hora en el frigorífico.

El almíbar

   Calentamos todos los ingredientes al fuego fuerte y mezclamos.

La cobertura de chocolate.

   No la prepararemos hasta que no vayamos a cubrir el tronco porque se solidifica muy rápidamente.

   Derretimos el chocolate junto con la mantequilla y el agua en el microndas con cuidado de no quemarlo, poco a poco. Al final añadimos el licor y movemos bien.


PREPARACIÓN EN THERMOMIX

   Realizamos en primer lugar la plancha de bizcocho. Para ello ponemos la mariposa en el vaso y vertemos los cuatro huevos y el azúcar. Programamos 6 minutos, temperatura 37º y velocidad 3 y medio. Cuando finalice añadimos la vainilla y programamos otros 6 minutos, misma velocidad, ya sin temperatura.

   Una vez realizado este paso, quitamos la mariposa, vertemos la harina y la pizca de sal, mezclamos durante 5 segundos a velocidad 4, levantamos la tapa y terminamos de mezclar con la espátula.

   Hemos precalentado el horno a 180º, ponemos papel de horno en la bandeja y extendemos la mezcla en forma rectangular con unas dimensiones aproximadas de 30 x 35 cm.

   Horneamos durante 12 minutos aproximadamente.

   Extendemos sobre la mesa un trapo humedecido, sacamos la plancha de bizcocho sin quitar el papel de hornear y la volcamos sobre el paño. Enrollamos el bizcocho ayudándonos del trapo con mucho cuidado. 

   Dejamos reposar hasta que se enfríe.

   Preparamos la Mousse de turrón. Para ello, enfriaremos el vaso de la thermomix picando unos cubitos de hielo. Los tiramos, ponemos la mariposa en las cuchillas y vertemos la nata para montar, que habremos tenido una media hora metida en el congelador. No debemos olvidar mover bien el envase para que se mezcle bien la grasa de la nata.

   Antes habremos disuelto la gelatina en leche caliente, cuidando de no dejar grumos.

   Mezclamos a velocidad 3 y medio sin programar tiempo. Iremos viendo procurando que no se nos pase, ya que podría convertirse en mantequilla. Cuando esté montada añadimos el azúcar, el turrón desmigado, el sobre de estabilizante (si lo tienes) y la leche con la gelatina disuelta. Mezclamos a velocidad 3 unos segundos y terminamos de integrar los ingredientes con la espátula.

   Metemos en el frigorífico para que repose un par de horas.

El almíbar.-  

   Vertemos todos los ingredientes en el vaso (menos el licor) y programamos 5 minutos, 100º, velocidad 2. En los últimos segundos echamos el licor por el bocal y dejamos enfriar.

La cobertura de chocolate.

   Debemos hacerla justo cuando vayamos a cubrir el bizcocho porque solidifica rápido.

   Ponemos el chocolate en el vaso y trituramos a velocidad progresiva 5-7-9. Bajamos el chocolate de las paredes del vaso con la espátula, añadimos el agua y programamos 3 minutos, velocidad 3 y medio, 37º.

   Añadimos la mantequilla y programamos 5 minutos, misma velocidad y temperatura. En los últimos segundos vertemos el licor.


MONTAJE DEL TRONCO DE NAVIDAD

   Desenrollamos el bizcocho y pincelamos con el almíbar.

   Rellenamos con la mousse. Dejaremos sin cubrir un centímetro por los extremos para que no se nos salga el relleno al cerrarlo. Extendemos con una espátula. Enrollamos con cuidado ayudándonos del papel donde hemos horneado el bizcocho y cubrimos con este mismo papel o con papel film. 

   Guardamos en la nevera y dejamos en reposo un par de horas.

   Cuando sacamos lo colocamos directamente sobre la bandeja en la que lo vamos a presentar y cubrimos ésta con papel de aluminio para que no se manche. 

   Cortamos un trozo del extremo del tronco que utilizaremos como rama. Podéis ponerla al mismo nivel del tronco, o si la ponéis como yo, cortar un trocito más pequeño, ya que se me movía un poquito. Se pega al bizcocho con un poco de chocolate de cobertura.

   Yo la puse antes de cubrir el tronco con el chocolate y por eso creo que se me movía más. La próxima vez cubriré entero el tronco y luego acoplaré la rama.

   Extendemos el chocolate por el tronco con un pincel de silicona, así salen directamente las vetas de la madera. Si no tienes pincel, puedes extenderlo con una cuchara o una espátula y cuando se enfríe un poco (unos 20 minutos) hacer los surcos. Yo tenía un botecito con polvo color oro comestible y lo espolvoreé sobre el chocolate. Le dio un aspecto de madera envejecida precioso.

   Y por último, dad rienda suelta a la imaginación para que quede preciosísimo.


                                        ¡¡¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!!!