domingo, 26 de febrero de 2012

Calamares Rellenos

 

  
   Hoy os traigo una receta típica de la cocina malagueña. Mi familia es de Almería, por lo que no es un plato muy presente en mi historia gastronómica pero hace unos meses una compañera de trabajo, Asun, me contó que es tradicional que en Málaga se preparen los calamares rellenos por Navidad y desde entonces "les tengo ganas".


   Cuando los calamaritos son pequeños, se preparan en Málaga unas frituritas espectaculares y cuando son más grandes se preparan así, rellenos, fundamentalmente con sus patitas, jamón serrano, huevo duro y almendra picada, pero como os podéis imaginar cuando echamos a volar la imaginación, las consecuencias son impredecibles: almendras, pistachos, piñones, pasas... y seguiremos teniendo unos maravillosos calamares rellenos al estilo malagueño, porque Málaga es así, tradicional e innovadora, fiel a sus costumbres y cosmopolita, siempre abierta al exterior y...y... y ... SO, SO...SOCORRO, me he visto poseída por el espíritu de la Oficina de Turismo...  y esto más que una entrada de un blog parece un tríptico de "Lugares de interés".
   Ahora bien, si os parece podemos dedicar la entrada de hoy a celebrar el día de Andalucía, que será el próximo día 28 de febrero y hacer un pequeño homenaje a nuestra región.
   Me encanta mi tierra. El año pasado en menos de un mes disfruté de estas dos escenas, en la misma provincia, en Málaga, a menos de 70 Km. de distancia entre ambas localizaciones. Existen pocos lugares en el mundo en los que puedas revolcarte en la nieve y días después darte un buen remojón en la playa  !!!

   Aunque parezca mentira, y ahora estemos abrigados hasta las cejas, en menos de un mes podemos estar disfrutando de estos días de sol.


Es en estas fechas, marzo, abril y mayo cuando más sedisfruta de nuestras playas.

Pero ¿qué veo por ahí abajo? Son los almendros de Alfarnate en primavera, que parecen copitos de nieve...




Y aquí tenemos la nieve, a unos poquitos kilómetros de estos  almendros...



  
Pero bueno, ¿qué hacen estas pitufitas bañándose? Pero ¿no estaba nevando? Ahhh, nooooo!!!! Eso fue hace dos semanas en Alfarnate. Ahora estamos en Torremolinos y hace una temperatura maravillosa (bueno, vale, y mis hijas son dos Kamikazes que no sienten el frío, porque, la verdad, es que el agua en Abril está pelín fresquita)




   ¿A qué vivo en un lugar delicioso? Pues además en él se comen platos tan ricos como el que voy a mostraros hoy. Vamos a ello:

INGREDIENTES

  • 1 kg. de calamares medianitos
  • Aceite
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cebolla
  • 2 tomates
  • 2 dientes de ajo
  • 1 vasito de vino blanco
  • 1 huevo duro
  • Jamón serrano picadito
  • 50 gr. de almendras tostadas y picadas
  • Piñones y pasas (opcional pero muy recomendable)

PREPARACIÓN

   Limpiamos bien los calamares y separamos las patas de los cuerpos.

   Rehogamos la cebolla y los dos dientes de ajo picados y reservamos. Troceamos las patitas y las sofreímos, mezclamos con el huevo duro picado, el jamón serrano, las almendras machacadas, los piñones y las pasas y parte de la cebolla frita.

   Ahora llega la parte más laboriosa de esta receta, el relleno. Con una cucharita vamos introduciendo la farsa y cerramos el calamar con un palillo de dientes para que al cocerlo no se salga. Echamos aceite en una cazuela y doramos los calamares.

   Preparamos la salsa. Rallamos los tomates, los añadimos a la cebolla que ya hemos sofrito y rehogamos. Cuando esté bien pochadito, añadimos el vaso de vino y la hoja de laurel y vertemos sobre los calamares que dejaremos cocer a fuego lento hasta que estén tiernos.

   Buen  Provecho!!!!





   Por último, si os apetece, escuchad esta preciosa canción de Carlos Cano. En mi opinión, el mejor himno que se le ha cantado a Andalucía.


viernes, 17 de febrero de 2012

DESESTRUCTURACIONES VARIAS


   Hoy os traigo algo especial, un claro ejemplo de superación personal y crecimiento ante la adversidad. Porque, si alguien os dijera que los platos que en el encabezado os muestro provienen de fotografías como la de abajo de este texto, pensaríais que está delirando, ¿o no?

   Os podéis imaginar la carita que se me puso cuando al volcar el molde de mi bizcocho recién horneado, con ese olorcito que deja en la casa que te abre el apetito para tres días, me encuentro con lo que estáis viendo en la imagen superior...



   Pues, lo creáis o no, en mí se despertó una sonrisa... Me dije a mi misma: "Laly, tienes ante ti un nuevo reto", me puse manos a la obra...



   Y éstos fueron los distintos resultados:



TRUFAS DE BIZCOCHO Y CHOCOLATE.
Ésta es una buena idea que me dio mi amiga Raquel. Tenía intención de hacerlos en forma de chupachups, y ella me sugirió la posibilidad de hacerlos como trufas, mucho más fácil e igual de vistosos.

  
INGREDIENTES (Las cantidades irán en función del número de trufas que queráis hacer)
  • Restos de un bizcocho
  • Chocolate para postres
  • Queso de untar
  • Fideos de chocolate o de colores para rebozar
  • Moldes de papel para trufas
PREPARACIÓN
   Nos remangamos bien porque nos vamos a poner de chocolate hasta arriba. Disolvemos el chocolate al baño María o en el microondas. No me cansaré de decir que si lo hacéis en el microondas lo hagáis poco a poco, el chocolate se quema muy rápido. Dividimos el chocolate, una parte la vamos a utilizar para rebozar las trufas. Desmenuzamos el bizcocho y mezclamos con el chocolate fundido y el queso, en las cantidades que más nos guste. Embadurnamos las bolitas de bizcocho en el chocolate que hemos reservado y rebozamos con los fideítos que habremos puesto en un plato. Servimos en las cápsulas de papel especiales para trufas.


TARTA DE MANZANA


 INGREDIENTES
  • 1 bizcocho destrozado por impaciente al desmoldarlo antes de tiempo. O bien, unas 10 magdalenas pequeñitas (yo uso la Bella Easo, porque no tienen mucha azúcar)
  • 2 manzanas grandes: Las ideales son las Golden
  • 2 cucharadas de mantequilla para ligar el bizcocho.
  • 2 cucharadas de mantequilla para saltear las manzanas
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 1cucharada de canela
PREPARACIÓN
   Cogemos el bizcocho y lo terminamos de destrozar, desmigándolo sobre un molde bajito. Derretimos las dos cucharadas de mantequilla y la vertemos sobre el bizcocho, amasando un poco para que quede más compacto.

   Pelamos las manzanas y las cortamos en láminas más bien gorditas. Ponemos la mantequilla en la sartén a fuego no muy fuerte para que no se queme y salteamos las manzanas junto con el azúcar y la canela durante unos minutos, hasta que veas que se han puesto blanditas. Colocamos sobre el bizcocho y listo.

   Rico, rico y aparente, aparente. 

PUDDING DE BIZCOCHO A LA NARANJA

Lo que hay debajo de toda esa nata es el pudding. Es que me emocioné con la manga pastelera y no podía parar...
INGREDIENTES
  • Como no podía ser de otra manera: Un bizcocho malherido. En este caso fue de naranja, como su nombre indica, pero las posibilidades son infinitas, en función de la variedad de destrozos que seáis capaces de hacer: Chocolate, manzana, calabaza...
  • 3 huevos
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 500 ml de leche
  • Nata para adornar

PREPARACIÓN

   Mezclamos con la batidora la leche, los huevos y el azúcar. Cubrimos un molde para flan con caramelo líquido y vertemos la mezcla. Introducimos los trozos de bizcocho , que se empapen bien. Llenamos hasta la mitad una fuente con agua y metemos dentro el molde, ya que se hará al baño María.

   Mientras habremos precalentado el horno a 150º . Cuando alcance la temperatura metemos la fuente con el molde dentro y dejamos cocer durante aproximadamente una hora. Comprobad con un pincho o un cuchillo que está hecho. Sacamos y metemos en el frigorífico hasta que esté bien frío para poder desmoldarlo  bien y que no se haga otro estropicio, que éste ya no tiene arreglo.

   Si no queréis que salgan esas burbujitas en el exterior del flan, el truco es cocinarlo a baja temperatura 150º o 140º, truco que me enseñó María Dolores, autora del blog Cuinant, del que soy fiel seguidora desde hace bastante tiempo, por sus excelentes recetas. Cuando tengáis oportunidad echad un vistazo, ya veréis como os engancha.

   Espero que os haya gustado. Un besito y a todos los que os habéis preocupado por mi herpes, deciros que me he sentido muy bien con vuestra atención. Ya tengo el trigémino en orden y puedo seguir con mis tareas blogueras. Un besito muy fuerte.

domingo, 12 de febrero de 2012

MEDIAS NOCHES "WEBOS FRITOS" Y PREMIO

  

    Hola a todos:
 
   Habréis podido ver que últimamente mi número de entradas ha disminuido. Se me van acumulando recetas en el ordenador, pero he tenido que aflojar el ritmo porque había dejado prácticamente de lado mis otras actividades de ocio: la lectura, el cine, escuchar música (es que me gusta escuchar música sin hacer otra cosa a la vez, soy así de rarita...), la gimnasia... bueno, esto más bien es un deseo, porque la practico más bien poco, pero en algún momento tendré que empezar ¿no?
 
   Para colmo, mi trigémino está causando estragos. La primera vez que me dijeron en Urgencias que tenía un herpes en el trigémino, me llevé una gran sorpresa porque a mí lo que me dolía el ojo izquierdo, y no sé porqué oscuro pensamiento creía que el trigémino estaba en otro sitio (no me preguntéis dónde, mejor no). Aclarada la confusión, aquí mi amigo el trigémino, con más frecuencia de la deseada, se pone gracioso, a la sazón, herpético y me deja el ojo izquierdo a la virulé, vaya que me duele un montón, y tengo que dosificar mis dosis de ordenador, de tele y de luz natural.
 
   Llevo unos días con el herpes activo así que hasta hoy no he podido subir una fabulosa recetilla de medias noches que descubrí hace poco. Son las "refinitivas", aún mejores que las compradas y muy sencillas de hacer. Las encontré en un blog que me gusta mucho y que seguro que todos conocéis, Webos Fritos, donde podréis encontrar estupendas recetas muy accesibles... He hecho unas, muy leves, modificaciones porque la receta en sí es perfecta, pero yo he necesitado más harina y menos azúcar, en casa no nos gustan muy dulces.





   Cyrano, éstos bollitos son ideales, porque se podría prescindir prácticamente del azúcar. Sólo un poquito para favorecer el levado y podrás disfrutar de unas medias noches esponjosas y deliciosas con cualquier relleno saladito.

   Allá va la receta, antes de que mi trigémino se me rebele....


INGREDIENTES:

  • 170 gr. de leche
  • 40 gr. de azúcar (75 gr. en la receta original)
  • 120 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 40 gr. de levadura fresca de panadería
  • 4 huevos pequeños
  • 650 gr. de harina de fuerza (en la receta original, 550 gr.)
  • 10 gr. de sal (1 cucharadita)
  • 1 huevo batido para pincelar los bollitos

PREPARACIÓN EN THERMOMIX

   Ponemos la leche, el azúcar y mantequilla en el vaso. Programamos 37º, Vel. 2, durante 2 minutos. Añadimos la levadura desmigada y lo huevos y mezclamos otro par de minutos, sin temperatura, a velocidad 2.

   Incorporamos la harina y la sal, mezclamos unos segundos a Vel. 5 y luego 5 minutos a velocidad espiga.

   Cuando termine de amasar, envolvemos el vaso con un trapo (yo pongo mi mantita rosconera, ideal para estas cosas) y dejamos levar durante una hora en el sitio más cálido de la cocina. La masa deberá doblar su volumen, se saldrá por el bocal.


PREPARACIÓN TRADICIONAL

   Ponemos la leche tibia, el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente y mezclamos durante un par de minutos con unas varillas. Añadimos la levadura desmigada y los huevos y batimos.

   Añadimos la mitad de la harina y empezamos a amasar con las manos. Incorporamos la sal y el resto de la harina y amasamos sobre la encimera. Poco a poco, dejará de estar pegajosa para convertirse en una masa elástica y manejable. Amasaremos durante 5 minutos golpeando la masa contra la encimera..

   Dejamos reposar la masa en un bol cubierta con un trapo de algodón durante una hora, hasta que doble su volumen.

   A partir de este momento la preparación es igual en ambos casos.

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   Sacamos la masa, la ponemos sobre la mesa, que habremos espolvoreado con un poquito de harina y desgasificamos. Le damos a la masa forma de cilindro y vamos cortando pequeñas porciones. Damos forma de bolita y ponemos en la bandeja de horno que habremos cubierto con papel de hornear. Debemos dejar separación entre las bolitas porque aumentan de tamaño y si se pegan mucho unas a otras pierden esa forma tan bonita (aunque de sabor siguen estando deliciosas), por lo que debes preveer que vas a necesitar por lo menos dos bandejas para el horneado.

   Luego dejamos reposar durante 1 hora en un lugar templado y cubiertas por un trapo de algodón. Yo acelero un poco el proceso y las meto en el horno, pongo éste a la mínima temperatura, 50º y dejo levar durante 30 minutos.

   Cuando haya pasado este tiempo, batimos un huevo y pincelamos con mucho cuidado las medias noches.

   Precalentamos el horno a 250º,  con calor arriba y abajo. Cuando alcance esta temperatura, bajamos a 220º y horneamos unos 6-8 minutos.

   Al sacar la bandeja, y con mucho cuidado,  no vayáis a quemaros, partid una por la mitad, embadurnarla de Nutella y disfrutad como enanos. No hay nada mejor...



   Una vez que se enfríen, se pueden envolver en papel film y congelar. Yo lo he hecho y cuando se descongelan están deliciosas.



   ¿A que da gusto verlas? Tenéis que hacerlas nada más que por disfrutad de estas imágenes en directo. Y por supuesto, luego devoradlas, os aseguro que no podréis parar.

   Antes de irme, quisiera compartir con vosotros el premio que mi querida Raquel del blog Colecciona Recetas me ha dejado en su página. Posiblemente ya lo conoceréis, porque he hecho más de una receta de su página y es un referente en cuanto a cocina con Thermomix. Me hace muchísima ilusión porque estos premios se dan con todo el cariño, y yo los recibo más contenta que unas pascuas. Así que aquí os lo pongo para que lo disfrutéis conmigo. Gracias, Raquel, bonita.




Un besito muy fuerte.

jueves, 2 de febrero de 2012

TARTA DE NATA Y TRUFA CON YEMA TOSTADA




   El día 31 de enero ha hecho un año que se incorporaron a la sede de mi trabajo cuatro nuevos compañeros. Fue un momento "pelín" complicado: se trataba de unir dos departamentos que hasta ese momento no habían tenido nada que ver, con el correspondiente traspaso de poderes a un nuevo jefe y la incertidumbre de no saber muy bien qué iba a pasar con cada uno de nosotros. Ellos tuvieron que conocer todas las peculiaridades de nuestro trabajo (qué no son pocas) y nosotros las suyas. Y lo más complicado de todo, tuvimos que conocernos y aprender a trabajar juntos. 

   Pasó un día, pasó otro, y al final de la semana nos fuimos a tomar una cervecita juntos a la salida del trabajo. La conversación fue relajándose. Pasó una semana, un mes, las vacaciones de verano y de repente... las navidades con su correspondiente botellita de anís y dulcecitos típicos. Ahí ya pasamos de sopetón a la fase de exaltación de la amistad... en la que nos hemos quedado la mar de a gusto.

   Por eso, cuando la semana pasada mi compañera María José me dijo que querían celebrar que el martes hacía 1 año que estábamos juntos y me preguntó que si no me importaba hacer una tarta para la ocasión, me sentí muy bien, muy orgullosa y muy emocionada. No sólo me gusta cocinar, me gusta hacerlo para los demás (y de paso que me doren un poco la píldora, jejeje, modestilla que es una...) Pero también era una responsabilidad muy grande. Así que me esmeré y aquí tenéis el resultado. Una tarta hecha con todo el cariño para celebrar que trabajo rodeada de gente maravillosa.




   Una de mis tartas preferidas es la tarta San Marcos. Siempre he pensado que se trataba de una tarta rellena de nata, trufa y cubierta de yema tostada. Cuál ha sido mi sorpresa cuando investigando he encontrado diversas formas de elaborar esta tarta: unas veces con nata y trufa, otras sólo con nata, otras con crema pastelera y nata, eso sí, siempre cubierta por yema tostada. También he averiguado que existe la tarta massini, y ahí la hemos liado. Parece ser que la Massini es la que lleva nata y trufa (¿o esa es la San Marcos?). El caso es que si sigo investigando no cuelgo esta receta ni a la de tres así que os paso la receta de esta tarta y prometo seguir con las averiguaciones y aclararlo en breve.

   Sí que me gustaría contaros lo que en una de las páginas consultadas he podido leer, que me ha dejado francamente impresionada y es que  se comenta que "La Tarta de San Marcos sigue un proceso artesano de elaboración que le confiere unas deliciosas características organolépticas". Y me he quedado muda de la impresión... Eso tiene que ser la bomba...y yo sin saberlo... No podía dejar de compartirlo con todos vosotros.
Bueno, organoléptica o no, ésta es la receta de mi tarta: (Ayyy, que me ha gustado esa palabra, a partir de ahora la utilizaré siempre)


INGREDIENTES
Para el bizcocho: (Vamos a hacer dos uno normal y otro de chocolate)
Bizcocho normal:
  • 4 huevos
  • 120 gr. de harina bizcochona
  • 120 gr. de azúcar glass
  • 1 cucharadita de azúcar vainillada
  • 1 cucharada de levadura
Bizcocho de chocolate
  • 4 huevos
  • 100 gr. de harina bizcochona
  • 40 gr. de cacao en polvo sin azúcar
  • 100 gr. de azúcar glass
  • 1 cucharada de levadura
Para el almíbar
  • 400 ml agua
  • 300 gr. azúcar
  • 1 cucharada de azúcar vainillada
  • Canela o chorrito de licor (opcional)

Para la nata montada (la vamos a dividir en dos, una parte para el relleno y otra para la decoración):
  • 1 litro de nata para montar, muy fría (la puedes meter un poquito en el congelador antes de montarla)
  • 120 gr. de azúcar glass
  • 2 sobres de estabilizante para nata
  • 30 gr. de leche en polvo
Para la trufa
  • 1 litro de nata para montar, muy fría (la puedes meter un poquito en el congelador antes de montarla)
  • 100 gr. de azúcar glass
  • 2 sobres de estabilizante para nata
  • 35 gr. de cacao en polvo sin azúcar.

Para la crema de yemas 
  • 6 huevos
  • 250 gr. de azúcar
  • 125 gr. de agua
  • 15 gr. de maicena
  • 1/2 sobre de gelatina





    PREPARACIÓN EN THERMOMIX
    Bizcocho normal
    Ponemos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso el azúcar, los huevos y la sal. Programamos 6 minutos, temperatura 37º, velocidad 3 1/2. Quitamos la temperatura y programamos 6 minutos más a la misma velocidad. Añadimos la harina y la cucharada de levadura y programamos 10 segundos velocidad 2 1/2. Untamos un molde con mantequilla y espolvoreamos con pan rallado. Precalentamos el horno a 180º y horneamos unos 25 minutos.

    Bizcocho de chocolate

    Lo haremos igual que el anterior pero añadiendo el cacao mezclado con la harina

     Preparamos el almíbar

       Echamos, en el vaso, el azúcar, el agua, la vainilla y programamos 7 minutos, temperatura 100º y velocidad 2. Si echamos licor lo haremos una vez terminado el tiempo y removemos con la espátula. Reservamos en un bol y dejamos enfriar.
       Preparamos la nata montada: hacemos el azúcar glas, echando el azúcar en el vaso y pulverizándolo durante 20 segundos, a velocidad progresiva 5-7-10. Reservamos en un bol. Ponemos la mariposa en las cuchillas, echamos la nata , que tendremos muy fría y la montamos a velocidad 3,5 sin tiempo y mirando por el bocal para que no se pase. Incorporamos el azúcar glas y el estabilizante y la leche en polvo y mezclamos. Reservamos en el frigorífico. 
      Preparamos la trufa: hacemos igual que con la nata, añadiendo el cacao junto con el estabilizante. Reservamos en el frigorífico. 
     Preparamos la crema de yemas: echamos el agua y el azúcar en el vaso y programamos 18 minutos, temperatura varoma y velocidad 2, sin poner el cubilete. Enfriamos en el vaso y reservamos.
       En un bol, echamos los huevos, la gelatina y la cucharada de agua. Los batimos bien y añadimos al bol el almíbar reservado, sin dejar de remover hasta que esté todo totalmente incorporado. Ponemos la mariposa en las cuchillas y volcamos la preparación del bol. Programamos 12 minutos, temperatura 90º y velocidad 1. Dejamos enfriar y reservamos.

    * MONTAJE DE LA TARTA:
       Partimos los bizcochos en dos partes. Iremos alternando capa de bizcocho blanco y capa de bizcocho de chocolate.
       Calamos con almíbar la base y echamos una buena capa de trufa, extendiéndola bien con una espátula e intentando que quede lo más uniforme posible.
       Colocamos la segunda capa de bizcocho, calamos con almíbar y encima extendemos una capa de nata montada y que también extenderemos lo más uniforme posible.
       Colocamos la tercera capa de bizcocho, calamos y extendemos otra capa de trufa.
       Colocamos la última capa de bizcocho, la bañamos con el almíbar y, encima, extendemos una capa de crema de yemas.
       Echamos azúcar encima de la crema de yemas y quemamos con un soplete o pala caliente (Si no tenéis el soplete, queda también buenísima, aunque ya no será yema tostada)
       Y ahora viene la parte que más nerviosilla me pone. Hasta ahora todo se ha resuelto bien, paletadita de nata por un lado, paletadita de trufa por otro, pero esto hay que dejarlo bonito, y conocido es por todos vosotros que las manualidades no son mi fuerte. Así que me armo de valor, respiro hondo y llamo a mi suegra o a mi madre para que me la decoren… Jajaja, ya me hubiera gustado contar con ellas para esto, pero eran las doce de la noche y no era plan sacarlas de la cama.
       Con una paleta fui extendiendo una capa de nata alrededor de la tarta para cubrir las imperfecciones y dejarla lo más lisita posible. Es conveniente rellenar los huequecitos que quedan entre las capas de bizcocho.  Recorté los restos de yema tostada que habían resbalado y ya se habían endurecido y metí en la nevera para que esa capa de nata exterior se asentase.

       Mientras preparé el chocolate para la decoración.  Partimos el transfer por la mitad y disolvemos los dos chocolates (por separado ¿eh?, vayamos a liarla al final).

       Lo suyo es disolver el chocolate al baño maría, pero yo normalmente lo hago en el microondas, con mucho cuidado porque el chocolate se quema muy fácilmente.

       Colocamos el transfer en una superficie bien lisa con la parte del dibujo hacia arriba y vertemos el chocolate sobre la lámina, extendiendo bien con una espátula. Dejamos enfriar en el frigorífico.

       Sacamos la tarta para finalizar la decoración. Vamos extendiendo la nata por los laterales de la tarta con una espátula, intentando que quede lo más lisito posible. Para cubrir las uniones de la capa de crema con los laterales podemos poner fresas o con una manga pastelera hacer rosetones de nata. Decoramos con trozos de chocolate que habremos partido con formas irregulares.
       Metemos al frigorífico hasta el momento de servirla.
    Aaaayyyyy, ya he terminado, podéis descansar...


    
    ¿Qué os parece esta imagen de tarta a lo Andy Warhol?